En 2016, la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, demandó a Eduardo Feinmann tras declarar en una mesa política, en el programa Animales Sueltos, que ella era una “coimera” y “cretina”. Ayer, se ratificó la decisión de primera instancia y la Cámara en lo Civil desestimó la demanda contra el periodista.
Según el tribunal, “no se ha acreditado la intención de agraviar, ni tampoco la total despreocupación por parte del periodista de afectar con sus comentarios la reputación de la reclamante”, en alusión a la ex jefa de Estado.
Los representantes de CFK habían advertido que Eduardo Feinmann propagó “diferentes insultos, comentarios hirientes, ofensivos contra la reclamante", aduciendo que "llevan a ofender su honra, buen nombre e imagen”.
Asimismo, los allegados jurídicos a Cristina Kirchner enfatizaron que el abogado la trató de delincuente común y coimera; y además alegó que el pueblo la quiere presa. En otra parte del documento, la denunciante asegura que los dichos “inducían a la Justicia a que vayan en su contra”, “le ha dicho cretina en su acepción de necia” y sostuvo que “recibía los bolsos de L y J (exfuncionarios) y por último la trata de saqueadora; sin siquiera mencionar prueba y/o fuente que lo llevara a calificar de esa forma a la actora”.
Hoy, reivindicando los derechos de prensa y libertad de expresión, la Sala F de la Cámara Civil ratificó el primer fallo que resultó adverso para la vicepresidenta. “No se trata de expresiones estricta e indudablemente injuriantes, ni constituyen insultos, ni tampoco una vejación injustificada, en el contexto en el que fueron expresadas en razón de los ilícitos que eran objeto de investigación en las causas penales”, resalta Infobae sobre el reciente fallo.
La resolución firmada por los jueces José Luis Galmarini y Fernando Posse Saguier agrega que “los dichos referidos a que el pueblo la quiere ver presa y a que el demandado induce a la Justicia para que vaya en su contra, se tratarían más bien de opiniones o juicios de valor del periodista. En cuanto a la calificación de cretina en su acepción de necia, habrá que analizar si es agraviante o no”.